El apagón que dejó a oscuras a España y Portugal el pasado 28 de abril ha sido aprovechado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para defender un ambicioso plan de reactivación nuclear. Según Trump, el colapso energético europeo es una advertencia de los riesgos de depender exclusivamente de energías renovables. “Es el momento de la energía nuclear, y lo vamos a hacer a lo grande”, declara.

En una intervención pública, Trump afirmó: “Los recientes acontecimientos en Europa, como los apagones a nivel nacional en España y Portugal, subrayan la importancia de que mi Administración se centre en la generación de energía disponible, incluida la energía nuclear, frente a la energía intermitente”.

Con este argumento, el presidente anunció su intención de multiplicar por cuatro la producción nacional de energía nuclear en los próximos 25 años, promoviendo una fuente que considera clave para la seguridad y la autonomía energética de Estados Unidos.

Una reforma a fondo

El plan incluye una transformación de la autoridad reguladora: “Mi Administración reformará la Comisión Reguladora Nuclear (NRC), incluyendo su estructura, personal, reglamentos y operaciones básicas", explica. 

Con este proyecto dice que conseguirán "el dominio duradero de Estados Unidos en el mercado mundial de la energía nuclear, crearemos decenas de miles de puestos de trabajo bien remunerados y generaremos prosperidad y resiliencia lideradas por Estados Unidos”. 

El apagón español bajo sospecha

Las declaraciones de Trump se produjeron apenas unas horas después de que The Telegraph publicara que el apagón en España podría haber sido provocado por “un experimento” relacionado con la transición energética. 

El diario británico citó “fuentes en Bruselas” que aseguraban que se trató de comprobar “hasta dónde se podría aumentar la dependencia de las energías renovables en preparación para la rápida eliminación gradual de los reactores nucleares en España” prevista a partir de 2027.