Un año del 9-J: las tendencias de voto tras el desencanto de las elecciones europeas
Los ciudadanos de la UE decidieron dar uno de cada cuatro escaños a los ultras. Hoy su apoyo sigue fuerte, aunque ligeramente oscilante, mientras los liberales tratan de levantar cabeza y, sobre todo, sube la izquierda más progresista.

Hace justo un año, las elecciones celebradas entre el 6 y el 9 de junio de 2024 dibujaron un rostro de Europa desconocido: uno de cada cuatro diputados en el Europarlamento provienen desde entonces de formaciones de ultraderecha y, aunque la derecha y la izquierda clásica, más los liberales y hasta los verdes tratan de hacer contrapeso como bloque, lo cierto es que el radicalismo ha comido terreno y eso se nota en la agenda, las propuestas, el tono, las maneras, la tensión.
Pasados 12 meses, la tendencia a confiar notablemente en fuerzas de derecha extrema se mantiene, pese a las peleas entre los componentes de los grupos y hasta las deserciones. Sin embargo, hay matices: los liberales tratan de levantar la cabeza para no ahogarse y, sobre todo, la izquierda a la izquierda de la izquierda cosecha apoyos crecientes que, sin ser alternativa de gobernabilidad, demuestra que hay quien apuesta por otros caminos. Europa no es uniforme ni tiene por qué caer en la desesperanza.
Lo constata la encuesta elaborada por Europe Elects, publicada el 31 de mayo, que constata varias tendencias. La primera es que el grupo más numeroso tras las elecciones del año pasado seguiría siéndolo si hoy se celebrasen nuevos comicios. Hablamos del Partido Popular Europeo (PPE), de centroderecha, que cobija al Partido Popular español. Hoy cuenta con 188 escaños en el Parlamento Europeo y, según la última proyección, obtendría 182. Por porcentaje de voto, tiene un 23,3% del total y pasaría a lograr el 22,2%, suficiente para mantenerse en primer lugar. España pondría 24 de esos escaños, cuando ahora mismo pone 22.
En segundo lugar se encuentra la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), de centroizquierda, paraguas del PSOE español. En su caso, pasaría de los 136 escaños que tuvo en 2024 a 132. No es su peor dato: en proyecciones previas del mismo medio, a principios de este año, no pasaba de 130, por lo que hay una leve mejoría en la tendencia. De hecho, se harían con un 17,7% de los votos, un aumento de 0,2 puntos porcentuales respecto al año pasado. Los españoles le darían 19 escaños, uno menos que hasta ahora.
El tercer grupo más grande es el derechista radical Patriotas por Europa, los primos del español Vox. Actualmente cuenta con 85 escaños en el Parlamento, pero alcanza los 96 en la última proyección de escaños conocida ahora. Aunque ha ganado 11 escaños más, la tendencia general ha sido a la baja desde principios de año, cuando se le prometían hasta 104 representantes. Arrancarían un 10,7% de los votos (+1,3 puntos). Vox se llevaría para ellos nueve asientos, frente a los seis de hoy.
Los liberal-centristas de Renew Europe bajaron al quinto puesto tras las elecciones europeas, un auténtico descalabro que les dejó con 77 escaños, en el que influyó el desastre de Ciudadanos en España. Un año después, se proyecta que alcance los 82, ascendiendo al cuarto puesto. Tras la bajada a los infiernos, empieza a recuperar cierta confianza del electorado, aunque aún lejos de sus mejores tiempos. Los votarían el 10,4% de los europeos, 1,2 puntos más. No habría representación española en este bloque.
Muy similar en tamaño a ese bloque se encuentra el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que quedó en cuarto lugar en las elecciones europeas y ahora sería el quinto grupo más grande. Tras obtener 78 escaños entonces, ahora da un pequeño paso atrás, con 77. Se haría con el 10,6% de los sufragios (+0,7). A lo largo del año, se había proyectado que obtendría una horquilla de entre 76 y 82 escaños. Entre ellos están los dos fugados de Se Acabó la Fiesta. Alvise Pérez quedó fuera y no está adscrito a ninguna familia de la Eurocámara, por cierto. Tampoco habría representación española en dicho bloque a día de hoy.
Sin duda, el mayor avance del último año llega de la mano de La Izquierda en el Parlamento Europeo-GUE/NGL. Siendo el séptimo grupo más grande en junio de 2024, con 45 escaños, ahora podría incluso llegar a los 58. "El grupo ha registrado avances en las proyecciones casi todos los meses, lo que indica una tendencia al alza", constata la encuesta. Se quedarían con un 10,2% de los votos (+1,9). España seguiría aportando los cuatro diputados actuales.
Luego está el grupo más pequeño de los ultras (sí, atomizados y todo, no dejan de tener tres grupos en el hemiciclo). Europa de las Naciones Soberanas (ENS) cuenta con 27 escaños en el Parlamento Europeo y, de celebrarse ahora elecciones, pasaría a los 35. Ha tenido picos de opinión que lo llevaban a los 37 a lo largo de estos últimos 12 meses. El buque insignia de este grupo es Alternativa para Alemania (AfD), que coquetea con la ilegalización en su país. Hasta tal punto son extremistas sus ideas. En su caso, coparían un 6,4% de los votos (+1,7 puntos).
El grupo más pequeño en la proyección es el de los Verdes/Alianza Libre Europea (G/ALE), que quedó en sexto lugar en las elecciones. En aquel entonces consiguieron 53 escaños y ahora se proyecta que solo alcancen los 34, la mayor pérdida de todos los grupos (6,3% de los votos, un punto menos). La mayor parte de la disminución se produjo en octubre del año pasado, cuando ya contaban con 34 escaños. Desde entonces, los valores se han mantenido estables. Hay hoy cuatro diputados españoles en el grupo (de Catalunya en Comú, Més–Compromís, ERC y el BHG), que pasarían a ser tres.
Actualmente hay 30 no inscritos (NI) en el Parlamento Europeo, es decir, personas que no pertenecen a ningún grupo político formal. Según la proyección más reciente, esta cifra se reduciría a 23 escaños.
"Estas cifras muestran que, con un intervalo de confianza del 95%, los tres primeros puestos no cambiarían si las elecciones se celebraran mañana en lugar del año pasado. El cuarto puesto se sitúa a la par entre RE y ECR, similar a lo que ocurría en 2024, cuando los grupos solo estaban separados por un escaño. La izquierda se sitúa ahora claramente en sexto lugar en lugar del séptimo, mientras que G/EFA y ESN podrían acabar siendo los grupos más pequeños", dice Europe Elects.

De abandonos y decepciones
Encuestas aparte, en estos días de aniversario ha salido a la luz un informe de la Comisión Europea (CE) en el que repasa las tendencias de voto de hace un año, dejando conclusiones perturbadoras. Que las mujeres se sienten abandonadas por los partidos, que los jóvenes no encuentran la motivación para participar en los comicios, que injerencias híbridas como las de Rusia acaban haciendo daño.
El estudio, adelantado por POLITICO, afirma que "la democracia en la Unión Europea está fallando a las mujeres, que son blanco desproporcionado de amenazas en línea, tienen menos probabilidades de ser elegidas que en el pasado y son más reacias a votar que antes". Añade que ni la bajada de la edad para participar en las europeas a los 16 años -como se hizo en varios países en 2024- ha llevado a las nuevas generaciones a tomarse en serio la cita, además. Si hay retroceso en los bloques de féminas y jóvenes, la democracia se resiente.
Por eso, en sus conclusiones, la CE insta a los países de la UE a hacer más para promover la participación de las mujeres y los jóvenes y a permanecer vigilantes ante las amenazas extranjeras. "Las elecciones son la base de la democracia y las elecciones al Parlamento Europeo se encuentran entre los ejercicios democráticos más importantes del mundo", afirma. “"Deben ajustarse a los más altos estándares democráticos", ahonda.
La participación femenina en las elecciones parlamentarias de junio de 2024 disminuyó un punto porcentual en comparación con las elecciones anteriores de 2019. Si bien la representación femenina en el Parlamento aumentó más del doble desde las primeras elecciones directas en 1979, la proporción de mujeres disminuyó 0,9 puntos porcentuales el año pasado en comparación con las últimas elecciones. Fue la primera vez que la proporción de mujeres en el Parlamento disminuyó y esa tendencia se trasladó luego a la propia Comisión (que debe aplicarse, pues, su mismo consejo). Actualmente, las mujeres representan solo el 38,5 % de todos los parlamentarios europeos, con una proporción que oscila entre el 62 % en Suecia y cero en Chipre.
El estudio plantea en concreto la preocupación de que el ambiente de campaña fue más hostil para las mujeres que se presentaban a las elecciones que para los hombres. En algunos países, las candidatas no tuvieron el mismo espacio en los medios televisivos, mientras que las mujeres estuvieron particularmente expuestas a la violencia, el acoso y la intimidación durante la campaña.
En vísperas de las elecciones, se observó también un aumento de la desinformación en línea basada en el género sobre las líderes y candidatas de la UE. Estos desafíos pueden expulsar a las mujeres de la esfera política por completo, lo que afecta la democracia y la participación de las mujeres en el ámbito político, según el informe. Es necesario hacer más para lograr la igualdad de género en la política "tanto a nivel de la UE como nacional", incluida una mejor protección contra las amenazas en línea, concluye.
En cuanto a los ataques rusos, el informe confirmó que se habían producido varias operaciones importantes vinculadas al Kremlin destinadas a manipular o interferir en las elecciones, como las campañas "Doppelgänger", en las que se suplantaron sitios web de medios legítimos. En total, los funcionarios de la UE detectaron 42 incidentes relacionados con operaciones rusas de interferencia, manipulación e influencia. Estas se intensificaron en las semanas previas a las elecciones, alcanzando su punto máximo entre el 6 y el 9 de junio, y continuaron mucho después.
En general, la participación electoral se mantuvo estable en 2024, en torno al 50%. Una cifra que sigue siendo baja. "Gracias a una preparación exhaustiva y a una cooperación reforzada a todos los niveles, las elecciones se celebraron sin grandes perturbaciones", remarca el informe. La tensión no estaba fuera, sino dentro del hemiciclo, con el choque de fuerzas que tensionan el sistema y el estado de derecho.