Ir a explorar la montaña sin conocer los códigos internos del montañismo puede dar lugar a momentos de tensión innecesarios como el que se ha vivido esta misma semana en el valle de Marcadau (Francia), en los Altos Pirineos.

Tal y como recoge el medio de comunicación francés La Dépêche, el guarda del refugio Wallon (que se encuentra a una altitud de 1.865 metros sobre el nivel del mar) observó unas luces rojas a lo lejos.

El guarda, un montañista experimentado, pensó que esas señales rojas se trataban de una llamada de socorro que se estaba realizando con una linterna frontal, que es lo que se suele hacer cuando se está en apuros en la montaña y la red telefónica falla.

En consecuencia, el guarda usó su propia linterna para responder a las señales. De esa forma, se produjo un intercambio luminoso en la oscuridad que le hizo confirmar que alguien estaba pidiendo auxilio, por lo que contactó con los servicios de rescate de los Altos Pirineos.

Unos minutos más tarde, el helicóptero de la Sección Aérea de la gendarmería estaba en la zona. Los rescatistas han explicado que "activamos nuestro equipo y sobrevolamos la zona, pero nadie lo reportó".

El motivo de que no encontraran a nadie es que los excursionistas simplemente estaban jugando con las linternas en la montaña. Ellos mismos, a la mañana siguiente, le confirmaron al guardabosques que eran los "autores" de las luces rojas.

En ese sentido, los individuos explicaron que no estaban en peligro sino que creyeron que se estaban comunicando amistosamente con alguien durante la noche. Los rescatistas han alertado de que hay que tener cuidado al usar las linternas en la montaña, ya que "para nosotros, este tipo de señal se considera un código SOS y desencadena una emergencia".

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