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La maquilladora está preparando a la novia antes de la boda, la madre irrumpe en escena y se acaba liando la mundial

La maquilladora está preparando a la novia antes de la boda, la madre irrumpe en escena y se acaba liando la mundial

Spoiler: lo del arroz no fue lo más dramático del día.

La maquilladora @garbimakeup relatando el drama nupcial más inesperadoTIKTOK

Todo parecía ir sobre ruedas: finca de ensueño, luz natural que haría llorar de emoción a cualquier fotógrafo de bodas, amigas sonrientes, madre presente (demasiado presente, quizá) y una novia ilusionada, lista para su gran día. Hasta ahí, la típica escena de cuento Instagram con filtro crema. Pero lo que ocurrió después daría para miniserie de Netflix, y ni falta haría contratar guionistas. La historia la ha contado @garbimakeup en su cuenta de TikTok, mientras se maquilla con la serenidad de quien ya ha vivido al apocalipsis.

“¿Te imaginas estar maquillando a la novia y que de repente entre su madre y diga ‘no te puedes casar’? Pues esto me pasó a mí”, arranca Garmi, con esa tranquilidad de quien ha presenciado el hundimiento del Titanic en la primera fila, pero con estuche de maquillaje. Según cuenta, se presentó en la finca con su maletín, lista para cumplir con su misión de embellecer aunque sin remover dramas. “Todo bien”, dice. Bueno, todo bien hasta que la madre empezó con el “yo entro y yo salgo” por la habitación y puso más caras raras que un invitado vegano en un menú con solomillo.

Hasta que pasó lo impensable: a mitad del maquillaje, en el proceso de poner sombras, la parte zen y gloriosa donde se busca el equilibrio cromático y no el colapso emocional, la señora madre irrumpe en escena, se planta en medio del cuarto y le suelta a la novia: "No puedes casarte". Silencio. Ni una mosca. Las amigas congeladas, la novia sin procesar y la maquilladora agarrada a la brocha como quien sujeta un micro en un reality de Telecinco.

Pero claro, si solo hubiera sido eso… La madre decide que es un buen momento para tirar de confesionario: "El hombre que tú crees que es tu padre… podría no serlo". Y claro, ahí ya nadie sabe si seguir con el eyeliner o salir corriendo a una farmacia para pedir un test de paternidad. Porque, sí, todo se lía cuando la madre revela que tuvo una historia anterior antes de conocer al supuesto padre oficial, y que (redoble de tambores) quizás el suegro sea también el padre de la novia.

Bodas, mentiras y posibles hermanos

La novia, como es lógico, entra en modo shock. Literal: un grito desgarrador, pregunta retumbando en la habitación: “¿Me estás diciendo que el padre de mi novio podría ser mi padre también?”. Y la madre, impasible como si estuviese hablando del tiempo, responde que sí, que “encima él no sabe absolutamente nada, o sea, nadie sabe nada”. Claro que no. Faltaba más.

En ese instante, la maquilladora (que solo quería difuminar unas sombras y hablar de tonterías para rebajar nervios) ya no sabe si seguir con el iluminador o llamar al cura para que le hagan un exorcismo. Mientras tanto, las amigas, más blancas que el vestido de la novia. Y así, con todos los ingredientes de un drama generacional digno de la sobremesa de Antena 3, @garbimakeup decide cortar la narración: “He terminado ya mi maquillaje y lo que queda por contaros necesita bastante tiempo”. Deja el asunto con un cliffhanger marca HBO: ¿Eran hermanos? ¿Se casaron? ¿Hubo huida a lo Julia Roberts?

La maquilladora lo deja en manos de su audiencia, que probablemente ahora necesite más saber si hubo boda que si Suecia o Finlandia han ganado Eurovisión. Y es que, amigas y amigos del drama nupcial, por mucho que se prueben peinados, vestidos y menús, el test de ADN sigue sin estar incluido en el pack de bodas.