La recomendación de los dermatólogos es unánime: la protección solar es innegociable si se va a estar expuesto al sol más allá de unos minutos, ya sea en el día a día, o si directamente se va a tomar el sol o practicar actividades al aire libre. 

No sólo hay que recurrir al fotoprotector, sino que habría que reaplicarlo cada dos horas o incluso antes si nos hemos bañado o sudado.

En la práctica, no todo el mundo lo cumple, y es ahí cuando se producen las incomodísimas quemaduras solares, que muchas veces, además de enrojecimiento, hacen que la piel termine pelándose.

Si se ha llegado a ese punto, la dermatóloga Gadea Braceras ha dado en La Razón las pautas que hay que seguir para lograr recuperar esa piel cuanto antes.

Como explica, ese pelado no es más que un mecanismo de defensa de la piel para eliminar las células dañadas "reduciendo así su potencial de transformación maligna".

Además de recomendar no arrancar esa piel pelada, puesto que corremos el riesgo de hacernos heridas, y de sí o sí utlizar fotoprotección, Braceras da otras cinco claves para ayudar a la piel y volver a la normalidad cuanto antes. La primera es disminuir la temperatura corporal con duchas tibias para "reducir el grado de apoptosis epidérmica".

Además, se hace indispensable la hidratación. Para ello, lo ideal es buscar cremas que incluyan ceramidas, ácido hialurónico, pantenol o niacinamida, que ayudan a recuperar la barrera cutánea. Por otro lado, habría que evitar productos que contengan alcohol o fragancias.

También es importante la hidratación por dentro, bebiendo mucha agua. Recomienda también alimentos ricos en antioxidantes. Por último, es importante no exfoliar la zona, puesto que "puede provocar una mayor irritación, un retraso en la recuperación o un mayor riesgo de manchas o de hiperpigmentación postinflamatoria".