El rapero R. Kelly se encuentra desde 2021 en la cárcel cumpliendo una condena de 31 años de prisión por crimen organizado, abusos sexuales y tráfico sexual. Ahora, el cantante ha sido hospitalizado de urgencia por una sobredosis debido a lo que sus abogados califican como un complot desde dentro de la prisión de Butner (Carolina del Norte, EEUU).

Según detallan sus abogados, Kelly se levantó mareado por la mañana y empezó a ver puntos negros, tras lo que "intentó levantarse, pero cayó al suelo". "Llegó gateando hasta la puerta de la celda y perdió el conocimiento", explican. Tras esto, tuvo que ser trasladado al hospital de Duke, en Durham, donde estuvo hospitalizado dos días.

Los abogados del cantante aseguran que los funcionarios de la prisión le administraron más medicación de la necesaria, ya que Kelly toma pastillas para la ansiedad y poder dormir, además los acusan de querer "acabar con su vida". 

Sus abogados presentaron una moción de emergencia en la que alegaban que tres funcionarios de la Oficina de Prisiones habían orquestado un complot para que otro recluso lo asesinara. Además, solicitaron que el reo fuera puesto en libertad bajo arresto domiciliario, pero ha sido denegado.

Según su defensa, durante su estancia en el hospital, varios agentes aparecieron armados y se lo llevaron a aislamiento, a pesar de tener coágulos pulmonares. "Su vida está en peligro porque el Departamento de Prisiones le negó la cirugía necesaria para quitar los coágulos de sus pulmones", señalan los abogados. "Podría morir de esta enfermedad, y están permitiendo que ocurra", añaden.

Por su parte, la Fiscalía ha calificado las acusaciones de la defensa como "fantasiosas" y "repugnantes", además de calificar a Kelly como un "manipulador". "Kelly es un abusador sexual de menores prolífico que no se ha disculpado por ello. Kelly nunca ha asumido la responsabilidad de sus años de abuso sexual infantil, y probablemente nunca lo hará. La moción que solicita Kelly ridiculiza el daño sufrido por sus víctimas", señala la Fiscalía.

Kelly, uno de los artistas de R&B más reputados de las décadas de 1990 y 2000 con tres Grammy en su palmarés, fue condenado en 2022 a 30 años de cárcel por crimen organizado, abusos y tráfico sexual. Una condena a la que sumó en 2023 otra de 20 años de cárcel por abuso sexual de menores y pornografía infantil, aunque cumplirá la mayor parte de esta condena de manera simultánea.