Este es el sueldo de un técnico audiovisual en 2025 en España
Un técnico junior, recién salido de una escuela de formación audiovisual, suele comenzar con sueldos cercanos al salario mínimo interprofesional (SMI).

En un contexto donde la industria audiovisual española continúa su expansión gracias al auge de las plataformas de streaming, la producción publicitaria y los eventos en directo, la figura del técnico audiovisual se ha consolidado como una pieza clave en el engranaje del sector. Sin embargo, a pesar de su creciente demanda, los salarios de estos profesionales siguen siendo objeto de debate, especialmente en lo que respecta a la estabilidad laboral y la equidad salarial.
El salario medio de un técnico audiovisual en España en 2025 se sitúa en torno a los 23.728 euros brutos anuales, según datos del portal especializado Indeed. Esta cifra, sin embargo, no refleja la diversidad de situaciones laborales que existen dentro del sector. Por ejemplo, los técnicos que trabajan en grandes productoras de cine o televisión pueden alcanzar sueldos de hasta 26.000 euros anuales, mientras que aquellos que operan en pequeñas agencias o como autónomos pueden ver reducidos sus ingresos hasta los 18.000 o 20.000 euros brutos al año.
Uno de los factores más determinantes en la retribución es el tipo de contrato. Los técnicos contratados por cuenta ajena bajo el amparo del III Convenio Colectivo Estatal del Sector Audiovisual disfrutan de una estructura salarial más clara y regulada. Este convenio, actualizado en 2025, establece un salario base mensual que varía según la categoría profesional y el ámbito de trabajo (cine, televisión o publicidad), incluyendo además complementos por disponibilidad, nocturnidad o desplazamientos.
Por ejemplo, un técnico de sonido o iluminación en una producción televisiva puede percibir entre 1.500 y 1.800 euros brutos mensuales, mientras que en el ámbito cinematográfico estas cifras pueden ascender ligeramente debido a la mayor duración de los rodajes y la intensidad de las jornadas. En cambio, en obras de bajo presupuesto, los salarios se ajustan a la baja, con sueldos mensuales que rondan los 1.200 euros brutos.
La experiencia también juega un papel crucial. Un técnico junior, recién salido de una escuela de formación audiovisual, suele comenzar con sueldos cercanos al salario mínimo interprofesional (SMI), que en 2025 se sitúa en 1.134 euros brutos mensuales. A medida que acumulan experiencia y especialización, los técnicos pueden negociar mejores condiciones, especialmente si dominan herramientas digitales avanzadas o tienen conocimientos en postproducción, efectos especiales o realización multicámara.
Por otro lado, el trabajo por cuenta propia, cada vez más común en el sector, presenta una realidad distinta. Aunque ofrece mayor flexibilidad y la posibilidad de asumir múltiples proyectos simultáneamente, también implica una mayor inestabilidad y la necesidad de asumir costes adicionales como el equipo técnico, seguros o cotizaciones a la Seguridad Social. En este caso, los ingresos pueden fluctuar considerablemente, dependiendo de la cartera de clientes y la estacionalidad de los proyectos.
La localización geográfica también influye. En ciudades como Madrid o Barcelona, donde se concentra la mayor parte de la producción audiovisual del país, los salarios tienden a ser más altos, aunque también lo es el coste de vida. En regiones con menor actividad audiovisual, los técnicos pueden enfrentarse a una menor oferta de empleo y, por tanto, a condiciones salariales más ajustadas.