El murciano derrota a su rival en cinco sets (6-4, 7-6, 4-6, 6-7 y 6-7). El italiano se quedó a las puertas de ganar el que sería su cuarto Grand Slam en la final más larga de la historia del torneo.
Una experiencia transformadora que no solo ha fortalecido su cuerpo, sino que ha mejorado su salud mental, reduciendo el estrés y aumentando la energía.