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Va a una entrevista de trabajo y el gerente de RRHH le somete a la prueba del bolso: "Me ha parecido tan extraño"

Va a una entrevista de trabajo y el gerente de RRHH le somete a la prueba del bolso: "Me ha parecido tan extraño"

Algunas empresas incluyen en las entrevistas de trabajo pruebas que muchos critican por ser raras o que están fuera de lugar.

Una joven trabajadora sostiene un maletín con el que va a trabajar.Rytis Bernotas

Una entrevista de trabajo, una candidata y una pregunta que nadie se esperaba. Una joven alemana ha compartido en un foro de internet la experiencia que ha vivido una amiga durante un proceso de selección que empezó con normalidad y acabó con una petición fuera de lo común: el entrevistador quería revisar el contenido de su bolso. La historia, publicada en la revista Focus, ha abierto un debate sobre los límites que no se deberían cruzar en una entrevista de trabajo.

Según el relato, la candidata se quedó desconcertada, pero accedió. Pensó que si se negaba, podía perder la oportunidad de conseguir el empleo. El responsable de recursos humanos abrió el bolso, lo miró por dentro sin decir nada y se lo devolvió. A pesar de que la entrevista había ido bien hasta ese momento, no la contrataron.

La candidata se quedó desconcertada, pero aún así permitió que el entrevistador mirase dentro de su bolso porque pensó que, si se negaba, podía perder la oportunidad de conseguir el empleo. El responsable de recursos humanos de la empresa lo revisó en silencio y se lo devolvió sin decir una palabra. A pesar de que la entrevista había ido bien hasta ese momento, no la contrataron.

Al parecer, la intención era comprobar el nivel de organización de la candidata a partir de los objetos que llevaba encima. Aunque este tipo de pruebas no son habituales, algunas empresas las defienden como métodos para conocer mejor la personalidad de los aspirantes. Sin embargo, muchas voces dentro del sector de recursos humanos han criticado esta práctica por considerarla sexista y fuera de lugar. Recuerdan que los candidatos tienen derecho a negarse si creen que una pregunta invade su intimidad o no guarda relación con el puesto.

El artículo también recoge otros métodos poco convencionales que algunas empresas utilizan durante los procesos de selección. Uno de ellos es el llamado “test de la taza de café”, que usaba Trent Innes, exdirector general de la empresa tecnológica Xero. Consistía en ofrecer una bebida al candidato al llegar y observar si, al terminar, llevaba la taza vacía de vuelta a la cocina. Si no lo hacía, quedaba descartado.

Otro ejemplo citado es el de un entrevistador que, en mitad de la conversación, empezó a golpear la mesa con un bolígrafo caro de forma rítmica. El objetivo era medir la tolerancia al estrés del candidato y ver cómo reaccionaba ante una situación molesta.

Este tipo de pruebas, según quienes las defienden, sirven para identificar actitudes que no siempre se ven en una conversación formal. Pero cada vez más expertos dudan de su utilidad y advierten de que, en muchos casos, cruzan una línea que no deberían cruzar.